La leyenda del cerro Peña del Diablo, se cuenta en el Tours Chanchamayo.

El año de 1918 llega el primer auto al distrito de San Ramón – provincia de Chanchamayo, por la carretera que se acababa de hacer desde Tarma. Tiempo después se prosiguió 11 kilómetros más para llegar a La Merced.

¿Cómo empieza la leyenda del cerro Peña del Diablo?

Para poder contarles como empieza la leyenda del cerro La Peña del Diablo, empezaré contándoles todo lo que recuerdo haber escuchado en la hacienda de mi Abuelo Constantino Astete Luis.

De niño veía la costumbre de reunirse a los trabajadores después de la jornada laboral, se juntaban para contarse las novedades que se escuchaba; sobre hechos sobrenaturales, naturales o una mezcla de ellos.

Entre una de ellas, es sobre las perdidas de personas en la ruta de San Ramón a La Merced.

Recuerdo que un trabajador dijo: cuando pasaban por ese lugar de día, sentían que el miedo los envolvía como una sombra fiel.

Una día se hizo tarde. Pegó a correr y llegó casi anocheciendo, tuvo que hacer mucho esfuerzo para seguir adelante, empezó a sudar muy frio, se asustó mucho, sentía que la tierra se le iba a tragar, no tenía fuerzas para caminar más rápido, de pronto con un esfuerzo inmenso empezó a correr sin mirar hacia atrás y, así pudo salvarse.

Debo de acotar que todo empezó desde la construcción de la vía de penetración o construcción de la carretera hacia la Selva Central de Perú.

Peña del Diablo, en San Ramón, Chanchamayo

Peña del Diablo esta a 3.5 kilómetros de la ciudad de San Ramón, Chanchamayo.

Cerrada la entrada a la cueva por la pared.

Lugar donde se ubica la Peña del Diablo.

Se encuentra en la carretera de la vía central de penetración a la Selva Central, a 3.5 kilómetros de San Ramón camino a La Merced, Chanchamayo.

Cuenta la Leyenda.

En el año de 1847 en la confluencia de lo los ríos Tulumayo y Tarma, que da el nacimiento del río Chanchamayo, se instala el Fuerte de San Ramón (Base militar). A 1 kilómetro del gran cerro de pura roca que llegaba hasta el río Chanchamayo. Algo seguro para emprender la Conquista de la selva central. De ahí posteriormente se cuenta la leyenda de la Peña del Diablo.

¿Quiénes estaban en este lugar?

Este lugar era habitados por diferentes tribus nativas, animales salvajes, grandes bosques, etc.

Resistencia de los nativos de la Selva Central.

En ese entonces, para el Presidente Don Ramón Castilla, no le fue nada fácil conquistar por la resistencia de los nativos. Después de 22 años de lucha dejaron libre y se pudo llegar a La Merced.

Construcción de la carretera y sus progresos.

Carretera carrozable de apertura de una vía terrestre a la Selva Central. Empezó la construcción desde la provincia de Tarma.

Llegada del primer auto a La Selva Central.

La carretera antes de la construcción solo llegaba hasta Tarma. Empezaron los trabajos difíciles por las montañas de la sierra a la selva. Es así que por fin llega el primer auto a la la Selva Central el año de 1918, a la ciudad de San Ramón.

Encuentran una cueva en la Construcción de la carretera a La Merced.

Esta cueva esta en la Peña del Diablo

Las aguas del río Chanchamayo golpeaban las rocas del cerro por un buen tramo en el margen derecho. Entonces se tubo que hacer la trocha de penetración hacia la Merced por el margen izquierdo. Esto sirvió por un corto tiempo como vía de transporte para los semovientes.

El acceso más conveniente es por donde hoy es la vía hacía La Merced. Para eso, se volaron las rocas que estaban en las orillas del río Chanchamayo, encontrándose así una cueva bien grande.

En la actualidad esta cueva se encuentra cerrado por un muro de pared, que está al lado de la carretera.

Como San Ramón se fundó el año de 1847 y La Merced se fundó el año 1869, la población de colonos Europeos (Austro alemanes – Italianos), Eran los que adquieren las tierras y formaron haciendas agrícolas.

Los colonos asiáticos (Chinos), se dedicaron al comercio.

Para realizar trabajos de Agricultura, tala de bosques, tuvieron que traer gente de otros lugares para realizar los trabajos.

A medida que empezó a crecer los 2 pueblos cercanos , los grandes aserraderos de madera, en su mayoría se colocaron en el límite geográfico entre San Ramón y la Merced.

También la vida social deportiva empezó con los campeonatos deportivos todos los domingos en el estadio de San Ramón. Ubicado en las calles que hoy son: Las Orquídeas, Apurímac, Alvariño y Paucartambo.

Solo un carro de transporte público empezó a pasar por ahí.

Apareció un carro de transporte público que se le conocía como Patucho. Como los pasajeros eran pocos, al día solo hacía un viaje de ida y vuelta, entre San Ramón y La Merced.

Con el progreso se crearon Cantinas.

También el progreso trajo los lugares de esparcimiento, como las cantinas.

Los domingos después de las actividades recreativas, se dirigían a las cantinas a beber y festejar el triunfo o derrota.

Ingenio del dueño de la cantina.

Para entusiasmar a los clientes el ingenio del dueño de la cantina más grande, traía trabajadoras para que expendan el servicio de atención al cliente.

En esta ocasión trajo a dos hermosas mujeres muy ingeniosas; ellas eran alegres, muy coquetas, repartían empatía a todos los que las se cruzaban en su camino.

Los campeonatos de fútbol tiene que ver con este misterio.

Se crearon los campeonatos de fútbol los días domingos, Patucho estaba muy contento porque se llenaba el carro para movilizarlos a los que venían de La Merced.

El Club Rayo, era uno de los que tenía más seguidores o hinchas.

Los primeros trabajos por este lugar, se relaciona con la leyenda.

En su mayoría los primeros trabajos principales en la Selva Central peruana fue la Agricultura y Los aserraderos de madera.

La agricultura en el campo

Se trabaja bajo sol o lluvia, picado de hormigas, avispas, Cashpairo (gusanos venenosos), plantas venenosas como la Shalanca mula… En realidad un trabajo muy pesado.

Los aserraderos se asentaron cerca a la Peña del Diablo.

El otro trabajo, bajo sombra era estar en los aserraderos, sin nada de inconveniente de los sacrificios de trabajar en el campo.

Uno de los misterios de la Cueva.

Hay muchas versiones, les contaré uno de los misterios de la Peña del Diablo.

Dos jóvenes de San Ramón ingresaron a trabajar al aserradero que estaba en puente Herrería, quienes eran hinchas acérrimos del Club Rayo; ellos todos los domingos iban alentar a su equipo de sus amores, el famoso Club Rayo.

Un domingo al pasar para el estadio , se toparon con dos hermosas mujeres que los sonreían muy apasionadas, ellos con su ingeniosidad cayeron en la trampa de la seducción, es así que las entablaron conversación, sabiendo ya donde trabajaban las chicas, al salir del estadio después del campeonato, fueron a visitarlas como refrescándose del calor de la selva.

Las hermosas que atendían estaban muy contentas al ver la cantina totalmente lleno, por el jale que habían ocasionado.

El carro Patucho los dejó a los que se perdieron.

Ya el carro salía hacía la Merced y los jóvenes tenían que irse hacía puente Herrería, no tomaron el servicio de transporte pese a que sus conocidos les decían !váyanse ya¡ ¡el carro Patucho esta saliendo! ¡Si se quedan como van a pasar por Peña del Diablo¡ sabiendo que se escucha que ahí el Diablo se presenta, ellos no hicieron caso por el temor de que otros, les iban a ganar con los amores de las chicas.

La competencia estaba reñida en quien iba a conquistar a las hermosas mujeres, eso era la razón que prefirieron quedarse libando el licor.

Es así que estos jóvenes ya mareados partieron a patitas hacia puente Herrería, conversaban que no iban a perder sus trabajo, que caminando podían ir y que no pasaría nada- Ya estaban armados de valor.

Cantando (borracho tomo con mi plata y a nadie le importa) estaban yendo en eso; en ese lugar de la cueva vieron luces y había fiesta, el lugar estaba tan bonito que sintieron como si un imán los jalaba a entrar.

El más sano decía sigamos caminando para trabajar mañana, pero el más borracho ya perdido del control decía ¡vamos a entrar a la fiesta¡ cuando estaban en ese plan de pronto salieron dos hermosas mujeres y les dijo que pasaran. Se acercaron y al más borracho lo abrazaron por la cintura, llevándole hacia la fiesta donde estaba todo iluminado, con buena música y participantes, el borrado contento decía ¡aquí es el paraíso!

El borracho más sano continuo su camino. Al llegar a puente Herrería, los familiares y amigos de Pancho le preguntaron por su amigo, él dijo que se había quedado en el cerro donde hay una buena fiesta y, no quiso acompañarle, porque estaba muy entusiasmado de seguir con la juerga.

Los familiares dijeron que no podía ser, si en ese lugar no vive nadie, es así que cogieron machetes para emprender el regreso en la búsqueda de Pancho.

Al llegar al lugar solo encontraron un zapato tirado en la carretera, todo oscuro y nada de fiesta.

Aunque el cuerpo se les escalofrío, los pelos se les pusieron de punta, ingresaron buscar a la cueva.

Ya asustados y tristes regresaron sin Pancho que nunca más apareció.

Es así como se cuentan diferentes maneras, otros casos, que en ese lugar siempre se perdían la gente.

Por eso lo pusieron el nombre del Cerro «Peña del Diablo».

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